Ya lo dije antes. Las botas las iba a necesitar pronto. Y tan pronto! Esta es la vista de mi ventana esta mañana.
Ahora voy a llamar a casa- que está la pepi malita- y a la cama del tirón que ya se me cierran los ojos solos.
El linchar es un pequeño cortijo situado en medio de la sierra en donde mi abuela nació y creció. Sirva como homenaje a aquella gente que casi no conocí pero que me precedieron. Si te interesa algo de nuestra vida...léenos. No dudes en agregar tus comentarios.
1 comentario:
Hijo mío, aquí no hace frío ni durmiendo en un iglú. Quiero que entre ya el invierno, joder, que me he comprao un abrigo maravillosos...
Besitos...
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